La noche del jueves 16 de junio de 1983 en el Madison Square Garden de Nueva York, la leyenda panameña Roberto “Mano de Piedra” Durán contra los pronósticos vencía al invicto joven norteamericano campeón mundial Davey Moore, de 24 años, para arrebatarle la corona mundial superwelter de la AMB ante 20 mil aficionados.
Aquella noche fue un desastre para Davey Moore, que fue superado en todos los aspectos y enviado a la lona en el séptimo round para cuenta de protección y noqueado técnicamente a los 2:02 minutos del octavo round, cuando el árbitro mexicano Ernesto Magaña decidió detener el desigual combate en vista que la esquina de Moore tiraba la toalla para impedir mas castigo. El pómulo y cejas de Moore se inflamaron hasta cerrarle la visión por completo; a esa altura el dominio de Durán era amplio y los jueces lo tenían adelante en tarjetas: 70-65, 70-65 y 70-64. Moore fue atendido en el ring y se conoció que orinó sangre. Fue una de las escenas más dramáticas del boxeo en todos los tiempos.
Esa noche fue de gloria para Durán, que lograba ser el séptimo boxeador en la historia en lograr tres coronas mundiales en diferentes categorías junto a leyendas como: Bob Fitzsimmons, Tony Canzoneri, Barney Ross , Henry Armstrong, Wilfredo Benítez y Alexis Argüello.
Durán celebro el título y su cumpleaños 32 aquella histórica noche para inmortalizar su nombre y a su país en la historia del boxeo mundial junto a su barrio, el Chorrillo. Dos millones de panameños de esa época pudieron presenciar el evento en vivo en lo que fue la primera trasmisión en la historia de la TV abierta en vivo para Panamá desde un ringside en el mundo. El miércoles 22 de junio, Durán regresa a Panamá y es recibido como un héroe nacional por su orgullo, coraje y perseverancia para lograr esa inolvidable hazaña que recordamos hoy, 30 años después.