En esta foto de archivo del 9 de agosto de 1989, aparece el boxeador peso pluma mexicano Carlos Linares (izquierda) y el Jamaiquino Job Walters chocando los guantes durante la cena boxística en el Hotel El Pegaso de Jamaica. Walters ganó por TKO en el sexto asalto de la pela pautada a 10 rounds.
Hay un sueño que muchos padres tienen desde el momento en que cargan a sus hijos por primera vez – que se unan al negocio familiar y continuar con un legado que ellos comenzaron.
Para Job Walters, ex-campeón local, este es un sueño que se ha hecho realidad de una manera que nunca imaginó.
Decir que Job Walters es un padre orgulloso apenas si se asoma al abismo de emociones que siente por su hijo, el boxeador clasificado Nº 1 en la categoría Pluma del ranking de la AMB, Nicholas “The Axeman” Walters.
Desde el primer momento en que Job colocaba cajas de jugo como guantes en los puños del pequeño Nicholas cuando apenas tenía cuatro años, ha tenido un impacto indeleble en la vida y carrera de su hijo.
Adoptando un enfoque práctico, que habló de sus propias experiencias en el ring, el viejo Walters ha guiado todos los aspectos de la Carrera de Nicholas y ha visto su visión compartida de Gloria del boxeo hecha realidad.
Job representó a Jamaica durante 1986-1991 en la categoría pluma, un período caracterizado por 12 triunfos y siete derrotas. Sin embargo, mientras el boxeo se convirtió para Job en el gran amor de su vida, no era una carrera a la que los niños de aquellos lares prestaran mucha atención. Para Job, el boxeo lo encontró y lo salvó.
“Por aquellos días, crecer y vivir en un hogar presentaba dos opciones si uno no tenía una educación, la música y el deporte. Yo solía practicar el cricket y cuando salí de casa a la edad de 16 años, fui con mi padre a un partido de cricket y vi a un hombre que retaba a cualquiera que boxeara con él. Decidí probar suerte me animaba porque el hombre no podía pegarme” dice el nativo de St. James recordando su primer encuentro con el boxeo.
Esta experiencia fue seguida por otra oportunidad luego que un hombre lo viera jugando al boxeo con su hermano menor en St. Catherine y le habló del gimnasio de la parroquia Gun Court.
Encontré mi propósito
Según Job, luego de dedicarse a entrenar allí, “me tomó cuatro meses para llegar al equipo nacional y mi primera pelea fue en Haití. Esa fue la primera vez que me monté en un avión! Gané fácil y fue cuando comenzó mi Carrera.”
Continúa diciendo: “Encontré mi propósito en el boxeo. Fue mi vehículo para viajar por el mundo y me dio una mejor vida. Viajar para competir en combates me abrió los ojos al agradecimiento por lo que tengo, hay gente que vive peores vidas, y a aún así son humildes y agradecidos.”
De campeón de boxeo, Job llevó sus experiencias literalmente a las calles a través de un gimnasio abierto al aire libre- que aún funciona, donde compartió su experiencia con muchachos jóvenes que sentían inclinación por el boxeo y deseaban seguirlo como carrera.
Con un patrimonio boxístico tan fuerte, para nadie era sorpresa que Nicholas entrara fácilmente en el negocio familiar de los Walters.
Nicholas es el mayor de los tres varones, que en algún momento practicaron boxeo, creció con un profundo conocimiento del deporte y siguió muy de cerca los pasos ganadores de su padre, acumulando victorias y dominando su categoría de peso desde sus primeros golpes como niño cuando participaba en combates dentro de la comunidad.
Como campeón de boxeo, Job sabía que se necesitaba para llegar y estar en la cima del deporte – trabajo constante. Es algo que inculcó a Nicholas a través de los años.
“Yo entrevistaba a mis muchachos con una camarita mientras entrenaban y les decía que ya eran campeones mundiales. Este reforzamiento positivo era importante para motivarlos. Pero también me aseguré que supieran que debían plantearse metas reales y trabajaran duro para alcanzarlas.
El mismo Job admite que Oraine, el hermano menor de Nicholas mostraba el mayor nivel de conocimientos técnicos como boxeador, pero fue Nicholas el que mostró tener el valor y la determinación necesaria para triunfar y quien hoy en día mantiene la orgullosa tradición de los Walters.
Hito importante
Diciembre del 2009 marcó un hito importante en su Carrera, cuando ganó el título Fedelatin.
Otra estadística importante muestra que ganó todas 21 peleas en su Carrera profesional desde el 2008 hasta el presente, ascendiendo hasta convertirse en el boxeador número uno del mundo en la categoría Pluma.
Como niño, Nicholas admiraba a otras figuras grandes del boxeo Mike Tyson, Mike McCullum y Evander Holyfield. Y si hubiese podido, le habría gustado pelear con Sugar Ray Leonard, a quien describe como el mejor peleador de todos los tiempos.
Pero ninguna de estas leyendas del boxeo influenció su carrera tanto como la forma de ser de su padre. Así que vengan el domingo 8 cuando rete al colombiano Daulis Prescott por el título mundial pluma de la AMB en el Centro Nacional de Deportes techado, lo que será un tributo al hombre que comenzó todo para él.
“Mi padre era un peleador profesional y me encantaba verlo entrenar. Así fue como me interesé en el boxeo por primera vez. El notó mi interés y personalmente impulsó mi carrera cuando yo era apenas un niño. Todo lo que soy hoy es por causa de él. Cada uno de mis triunfos se los debo a él. No sólo era mi padre, él también fue mi primer entrenador y creyó en mi en todo momento, aun cuando yo dudaba de mi mismo” dijo Nicholas quien entrena en Panamá.
“Mi primera victoria a la edad de 22 años fue contra el panameño Esteban Ramos y esto me ayudó a aumentar la confianza en mi mismo y me demostró que las enseñanzas de mi padre y mi esfuerzo es todo lo que necesité para hacer la carrera de boxeo. Gracias a mi padre, el boxeo cambió mi vida y ahora es una gran parte de ella.”
Luego de dos defensas exitosas de su titulo Pluma Fedelatin, el ex estudiante de la primaria Roehampton y la secundaria Anchovy pronostica un gran combate mundial en su tierra natal.
“Me alegra poder pelear por el título en Jamaica, donde mi padre inició este sueño para mi. Y poder hacer sentir a mi país orgulloso de mi al ser el primer boxeador jamaiquino en ganar un título mundial de la AMB en Jamaica.” Dijo Nicholas.
“Luego de seguir y apoyar mi Carrera a través de los años esa es una Victoria mi país merece y yo estoy preparado para darle.”
Job sigue siendo el mayor apoyo de Nicholas. Él ha visto con orgullo como su hijo se ha hecho en el mundo a través de los años, manteniendo su invicto y cuando el ‘Hacha’ – llamado asÍ por la forma tan fácil en la que derriba a sus oponentes- entre al ring para lo que será la pelea más importante de su carrera hasta la fecha, Job estará ahí, aupándolo como un padre, entrenador y mentor.
“Ver a mi hijo pelear es bueno para mi. Me encanta ir con él a sus peleas no solo porque es un buen boxeador y estoy seguro que lo hará bien, sino porque él le retribuirá al mundo – empleo, entretenimiento y sobre todo para al pueblo de Jamaica, el honor y el orgullo.
“Todos necesitamos un propósito en la vida y yo estoy feliz que Nicholas haya encontrado el suyo. Gane, pierda o empate él está hacienda del mundo un mejor lugar a través de su boxeo. Yo no podría estar más feliz.”