Linda Lecca, es su nombre y es la flamante campeona mundial interina de la categoría supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Ella accedió a conversar con Terra Perú.

«Mis inicios en el boxeo se dan a partir de los 7 años. Yo me veía en este deporte, sentía que era lo mío. Debido a mi padre y a mi abuelo que fueron boxeadores aficionados, viví muy pegada al deporte de los puños. Entonces como que a los 12 años me gustó. Pedí que me regalaran una bolsa y un par de guantes, eso fue en Argentina», afirma Lecca con los ojos llenos de nostalgia al recordar esos primeros contactos con el deporte que le apasiona.

“Yo nací en Trujillo, me crié en Cartavio, pero a los 7 me llevaron a Buenos Aires por el trabajo de mis padres. Ahí radiqué dieciocho años, e hice la parte amateur de mi carrera boxística y parte de la profesional. Después volví y continué con mi carrera, que ha sido de mucho esfuerzo y sacrificio. Aún ahora siendo campeona mundial, esto continúa”, añadió a Terra.

Antes de tocar la gloria con las manos, Linda Lecca tentó en enero de este año, la corona mundial, pero le fue esquiva.

“Fui a Buenos Aires a pelear en Mar del Plata. Peleé con una bicampeona mundial (Daniela Bermúdez). Bueno hubo cosas abajo del ring y arriba también que no fueron muy claras, y los árbitros fueron localistas. Lamentablemente no se dio la oportunidad de traer el título. Me sentí mal. Me costó recuperarme de esa derrota. Pero mi familia me ayudó a salir adelante, y poder mejorar y darle con más ganas al entrenamiento”, contó.

“Me entrené de lunes a domingo sin descanso. A las 5 de la mañana comenzaban mis entrenamientos. Duraban dos horas y media en la mañana y dos en la tarde. Puse muchas ganas porque quería ese cinturón y no podría dejar pasar la oportunidad”, agrega con humildad la campeona mundial.

Su noche triunfal llegó el sábado 31 de mayo. “El día de la pelea –ante Simone Da Silva- demostré que yo era la campeona, que ese cinturón no se lo llevaba la brasileña. Di todo de mí, hubo pequeños errores que cometí, pero se aprende de eso. Estoy muy feliz por haberle dado esta corona a mi país”, asevera con seguridad la trujillana.

Vida metódica para triunfar
“Para este deporte que es muy fuerte es fundamental descansar. Para mí la noche se hizo para descansar. Yo no paso mala noche. Yo a las 9:30 p. m. o 10 ya estoy durmiendo. Mi día normal arranca a las 5:30 a. m. y a las 6 ya estoy en la pista atlética del estadio corriendo haciendo velocidades con mis compañeros. Mi trabajo dura dos horas y media. Desayuno bien y luego descanso porque termino rendida. Bajo dos kilos por entrenamiento. Luego a la 1:00 p. m. estoy otra vez en el gimnasio hasta las 3 de la tarde, y llego a casa de nuevo. Lo primordial de esto es descansar bien y ponerle disciplina”, contó a Terra muy emocionada.

Otras pasiones de campeona
“Otra de mis pasiones es el canto, y tocar el cajón peruano. Eso se lo debo a mi padre que es cantante profesional. Me gusta bailar salsa, merengue. Me gusta el afroperuano también”, nos dice sonriente al enumerar sus pasatiempos favoritos.

Aquí su mensaje a la juventud: “A los jóvenes les digo que sigan sus sueños, que se esfuercen, que logren sus metas, que no decaigan nunca. Que sigan siempre adelante y hagan lo que les guste con pasión, tenacidad y disciplina. Nunca dejen que sus sueños se vayan por el piso”.

Dejamos a Linda Lecca en su hábitat natural. El gimnasio donde siempre entrena a conciencia y ya pensando en su próxima defensa.

“Mi pelea de defensa probablemente sea en agosto, así que queda poco y debo prepararme. Estoy tranquila pensando siempre en positivo”, afirma la campeona mundial.

Ella quiere más en este deporte y creemos que lo logrará. “El boxeo es amor pasión dedicación y esfuerzo”. Persistente, luchadora, optimista y llena de talento, así es ella nuestra gran campeona de boxeo, Linda Lecca.