Una de las peleas con más amplio margen de ocupar un espacio entre las mejores del año fue la explosiva Shannon Courtenay vs Ebanie Bridges, del pasado 10 de abril donde ambas libraron una gran batalla. El interés del público se despertó desde los momentos previos en lo que fue tanto la conferencia de prensa como la ceremonia de pesaje.
En una cerrada decisión, la “Asesina con cara de Bebé” Courtenay se consagró como la nueva campeona mundial en las 118 libras de la Asociación Mundial de Boxeo. No era mucho lo que se conocía sobre ambas púgiles por lo que,el equipo de prensa de la AMB conversó con ella para conocerla un poco más y saber las sensaciones tras la tremenda batalla desatada entre las cuerdas en el Cooper Box Arena de Queen Elizabeth Olympic Park de la ciudad de Londres, Reino Unido.
Tras el polémico pesaje con el que no estabas de acuerdo ¿cuál fue tu sensación frente a Bridges tras el intenso enfrentamiento que desarrollaron?
No tenía sentimientos o emociones hacia ella, me quedé solo enfocada en la pelea. No me importaba el acto de circo que rodeaba, mi único enfoque era ganar el título mundial de la AMB.
¿Esperabas que la pelea sucediera de esa manera?
Ella era más dura de lo que pensaba, pero le dije todo el tiempo a mi equipo que llegaría hasta el final porque sabía que era muy resistente, sabía que mis habilidades de boxeo me harían ganar la pelea y lo hice.
En alguna entrevista te hemos leído sumergida en el boxeo para poder adelgazar y dejar el cigarrillo. ¿Qué te llevó a fumar tabaco y alejarte del deporte?
Terminé dando vueltas con la gente equivocada y comencé a portarme mal y no hacer nada bueno. Le agradezco a Dios todos los días que encontré el boxeo y cambié mi vida.
Jugaste al fútbol un tiempo y también te metiste en el baile. ¿Por qué crees que prosperaste en el boxeo y no en otros deportes?
Jugué fútbol a un nivel muy alto, pero perdí interés cuando comencé a fumar y beber. Cuando descubrí el boxeo fue como encontrar mi propósito en la vida. Siento que me esfuerzo mejor en un deporte independiente que en deportes de equipo. La presión recae sobre mí, así que tengo que rendir, no dependo de mis compañeros.
¿Qué encontraste en el box que no te pasaba antes?
¡Disciplina! El boxeo es una forma de vida, no es solo un deporte y me encanta el lado estricto del entrenamiento que me mantiene fuera de problemas y de buen humor.
¿Con qué tuvo que ver tu cambio de vida y hábitos?
Dejé de fumar, beber, comer mal, de ver a viejos amigos que sabía que eran una mala influencia para mí. Simplemente cambié todo a mi alrededor, lo que me llevó a buenas decisiones y hábitos saludables.
Querías ir a los Juegos Olímpicos pero decidiste dejar ese plan a un lado. Hoy, a la distancia ¿Estás contenta con tu decisión?
Sí muy feliz. Sabía que mi estilo se adaptaba más a los rangos profesionales que a los aficionados y sabía que era poco probable que fuera a los Juegos Olímpicos, así que aposté al profesionalismo y la decisión dio sus frutos porque ahora soy campeona mundial.
¿Cuáles son tus planes para el futuro? ¿Cuáles son tus mayores sueños?
Mi mayor sueño es ser indiscutible ¡quiero todos los cinturones!
¿Cómo ves el boxeo femenino hoy?
¡El boxeo femenino está creciendo rápidamente. Es increíble verlo y ser parte de él! Me encantaría que el boxeo femenino llegara a rondas de 3 minutos y creo que esto beneficiaría mucho a mi estilo de lucha.
¿Qué otras actividades haces?
Además del box, me encanta la música, la cocina de moda y pasar tiempo con mi familia y amigos.
¿Qué significa ser campeón de la AMB para ti?
¡La AMB es una asociación fantástica y adoro tanto lo que hacen por el boxeo femenino que me enorgullece estar asociada con ella! Ya el presidente Gilberto Mendoza me dio una calurosa bienvenida a la familia de la AMB y me envió una hermosa carta de felicitación. Tengo toda la intención de ser una gran campeona del mundo por mucho tiempo y poner en alto a la entidad. Ser campeón mundial de la AMB es un sueño hecho realidad, es un título mundial tan honorable y prestigioso que me siento realmente bendecida y orgullosa de tener mi nombre en los libros de historia del organismo.