Entre las tantas pasiones que tuvo Gilberto Mendoza hay una que resalta por encima de muchas: los Scouts. Desde muy chico formó parte de este grupo al cual sirvió con un amor entrañable.
Ese mismo amor lo llevó a ser uno de los más destacados del país y así logró ocupar el puesto de Jefe de Scouts Nacional de la Asociación de Scouts de Venezuela, luego Presidente del Consejo Consultivo Scout Nacionales y posteriormente Miembro Ejecutivo del Comité de Scout Interamericano.
“Es una actividad muy bonita, porque nos preocupamos por fomentar valores, lo más importante es formar buenos ciudadanos”, decía siempre con los ojos brillantes, muestra de su profunda devoción por los Scouts.
Por eso si alguna vez saludó a Gilberto Mendoza y le dio la mano izquierda y no la diestra no se preocupe: “los Scouts damos la mano izquierda, porque es la mano del corazón”.