Esta última edición, en el marco de los 30 años del KO a las drogas, tuvo un emotivo cierre con una donación de materiales para equipar algunos gimnasios del barrio de Laferrrere y Gonzalez Catón ubicados en el partido de La Matanza, en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Los sueños requieren de trabajo, perseverancia, dedicación, pero también de poder contar con las herramientas necesarias para el desarrollo del talento. Esa fue la premisa desde la cual nació el principal programa de la Asociación Mundial de Boxeo en 1991; KO A LAS DROGAS.
El señor presidente de la entidad, Gilberto Jesús Mendoza, compartió una tarde con los más pequeños. Niños y niñas hicieron manopleo con el señor Gilberto y compartieron sus anhelos con el noble arte de los puños, le contaron a quienes admiran y emocionados agradecieron por a la entidad por estar ahí.
Junto al señor Gilberto Mendoza estuvieron presentes ex campeones del mundo como Mariano Carrera de Argentina, Cecilia Comunales de Uruguay, Kina Malpartida de Perú, juntos brindaron una breve charla motivacional donde resaltaron el valor de tener un sueño y trabajar por ellos sin importar las circunstancias en las cuales uno se encuentre; siempre es posible lograrlo cuando se hacen las cosas con el corazón. Dicho momento cerró con las declaraciones del presidente del organismo pionero: “Me siento honrado de poder estar aquí compartiendo este momento con ustedes porque aquí es donde nace el boxeo. Así que deseo de todo corazón que nuestro aporte contribuya a que sigan trabajando por sus sueños”.
Luego de la entrega de guantes, guantines, cabezales, bolsas, coquillas, indumentaria, el señor Gilberto Mendoza prosiguió a entregarle una mini faja de campeón de la Asociación Mundial de Boxeo al entrenador José Rafael Sosa quien organizó el evento del domingo y recibió la donación: “peleé tres veces por el título del mundo cuando fui boxeador y perdí las tres. Hoy recibo mi cinturón y me siento muy agradecido”, concluyó el entrenador con una gran emoción aplaudida por los presentes.
Un día antes, el sábado por la noche allí en las instalaciones del Casino de Buenos Aires, se desarrolló la segunda y última jornada de peleas donde no sólo destacados prospectos del boxeo mundial pudieron presentarse sobre el Ring sino que también se le realizó un reconocimiento público al destacado entrenador Ismael Salas quien recibió su mini cinturón negro y oro para premiar su trayectoria. Salas ha sido la esquina de múltiples campeones en más de 150 disputas de campeonatos. En 1996, la WBA lo nombró entrenador del año y 27 años después vuelve a reconocer su labor sostenida a lo largo del tiempo.
“Luego de haber compartido una charla agradable con Salas respecto al boxeo actual y sus metodologías y el domingo compartir una hermosa tarde con Rafael Sosa, donde su trabajo es muy importante, es donde está el semillero, quedé conmovido. En esos dos momentos entendí que no importa el nivel al que pueda llegar un entrenador, su importancia es vital en la parte formativa y se convierten en protagonistas fundamentales de nuestro deporte”, fueron las palabras del presidente de la WBA Gilberto Jesús Mendoza para concluir lo que ha sido un viaje por Argentina muy importante con un nuevo KO a las drogas. Siempre hay mucho por trabajar y así se lo ha propuesto la entidad, para que el boxeo continúe siendo la herramienta humana que es.
