El boxeo de Brian Castaño no tiene sorpresas pero no por eso deja de ser efectivo. El argentino ha sido fiel a su estilo desde sus inicios y eso lo ha llevado a ser campeón del mundo y mantenerse invicto a pesar de los grandes combates en los que ha estado inmerso.
El campeón de la OMB tiene un gran compromiso este sábado en Carson, California, donde se medirá a Jermell Charlo (monarca AMB, FIB y CMB) en revancha. El año pasado consiguió un empate tras uno de los mejores combates del año y puso en aprietos a Charlo pero lo fue suficiente para llevarse el triunfo.
Esta vez, el de Buenos Aires pretende imponer su estilo sobre el ring y poder arrollar a su rival para lograr su sueño de quedarse con todas las coronas de la división de las 154 libras.
Todos saben a lo que va Castaño. El peleador de 32 años de edad va al frente, lanza un gran volumen de golpes, intenta contragolpear los ataques de su rival y minarlo hasta que no pueda más.
Por supuesto que esa manera de boxear la pueden hacer pocos peleadores en el mundo. Se necesita de una resistencia física envidiable, un aguante monumental, una buena quijada y grandes combinaciones para imponer esa manera de boxear, especialmente contra rivales como Charlo.
Castaño cuenta con todas esas características y por eso le ha servido siempre. Su intención es ser, incluso, más intenso de lo que lo ha sido durante su carrera y abrumar a Charlo hasta derrotarlo.
Su plan es arriesgado y predecible pero no por eso inefectivo. Castaño quiere hacer vivir un infierno al estadounidense una vez más, pero ahora quiere salir con la mano en alto.