Con fiereza e imponencia física, más una mirada filosa que acompaña, Claressa T-REX Shields se convirtió en la máxima figura femenina del boxeo actual al conquistar el pasado 10 de enero nuevos cetros que se hallaban vacantes en una tercera división al derrotar por decisión unánime de los jueces a la croata Ivana Habazin quien también había caído con la Primera Dama Cecilia Braekhus, quien ostenta todos los cinturones de la categoría welter ¿Querrá Shields bajar a una cuarta categoría para enfrentar a Braekhus?
Un dato de color que realza nuestra charla con el mando de nuestro presidente Gilberto Mendoza: Un 13 de abril pero de 2019, Shields derrotó de modo contundente, y le quitó el invicto, a la kazaja Christina Hammer para quedarse como campeona absoluta de las medianas en los cuatro principales organismos mundiales: WBA – WBO – WBC – IBF. Además, Shields ocupa uno de los récords al lograr coronarse en tres divisiones distintas con tan solo diez combates profesionales y 25 años. Del lado de los hombres que han logrado lo mismo aceleradamente podemos citar a Vasyl Lomachenko que lo hizo con doce peleas.
Pero todo esto no ha venido de la nada, ya que Claressa ha sembrado grandes éxitos a lo largo de su camino por el amateurismo: esta gigante se ha convertido en leyenda al ser reconocida como la única estadounidense capaz de realizar dos defensas consecutivas de la medalla de oro que obtuvo en los 75kg cuando apareció por primera vez en la historia el boxeo femenino en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La defensa de aquella proeza fue para Río 2016 cuando inmediatamente después Shields pasó al profesionalismo para continuar escribiendo la historia. En total realizó 78 pleitos como aficionada con una sola caída.
Gracias a la película documental titulada con el sobrenombre que la identifica como T-REX más la variedad de reportajes, la dura historia de vida que lleva en su memoria se ha dado a conocer bastante. Y podríamos decir que tal exposición pública sirvió para comprender a la mujer que habita detrás de toda la rudeza y talento boxístico al mismo tiempo que todo ello inspira profundamente a las jóvenes generaciones del mundo de los puños.
La devoción que desarrolló por el boxeo proviene de un padre que realizó algunas presentaciones en el ring y que luego fue preso cuando Claressa tenía tan solo dos años. En el período de ausencia paternal la pequeña gigante vivió con una madre incapaz de criarla por padecer alcoholismo, una adicción que le impidió ver que su hija era víctima de abusos sexuales bajo el mismo techo. Cuando llegó a la edad de nueve su padre salió en libertad y entre las conversaciones que llegaron a entablar él le contó sobre la grandeza de Muhammed Ali quien de sus nueve hijos solo la niña Laila Ali siguió los pasos del más grande boxeador de la historia. Eso llevó a Claressa Shields con 11 años a meterse dentro del gimnasio en Berston Field House en Flint, Michigan, estado donde nació un 17 de marzo de 1995.
En aquellos momentos en los que su papá estaba en la cárcel Claressa pasó un tiempo bajo el techo de su abuela Joanne gracias al apoyo de una de sus tías que a través de una representación con una muñeca logró descubrir el calvario que atravesaba su sobrina. En casa de la abuela Claressa logró mejorar su dificultad para hablar aunque durante la adolescencia padecía de tartamudeos ocasionales. En la etapa de adolescente tuvo muchos problemas con algunos compañeros de la escuela por defenderse del bullying que padecía debido a un cabello alborotado y una vestimenta que la catalogaban como desgreñada. Así también la etiquetaron con problemas de agresividad tras tirarle un banco a una maestra cuando tenía 16. Sin embargo, a los 17 estaba en la cima del mundo con una medalla olímpica de oro en Londres y un tiempo después sería la única en concluir los estudios secundarios dentro de la familia Shields.
¿Cuáles serán los límites para esta gran estrella del boxeo femenino mundial? ¿Qué vendrá en adelante?
