David Morrel Jr. promete ser implacable en su próximo combate: está seguro de que vencerá a David Benavidez, quizá el mayor de los desafíos que haya enfrentado en su carrera.
Su objetivo, la defensa de su título pesado ligero de la Asociación Mundial de Boxeo. Pero en cada round, en cada golpe, se juega su prestigio, su sueño de ser uno de los grandes púgiles de la actualidad y, porqué no, dueño a pulso de un lugar entre los grandes boxeadores cubanos de todos los tiempos.
La suya ha sido una carrera trepidante desde que decidió abandonar a su Cuba natal. Entonces ya había labrado una exitosa carrera amateur, que dejó con récord de 53 peleas, con 48 triunfos y sólo cinco derrotas. En 2016 fue campeón mundial juvenil de la AIBA.
Tras una estancia en México, llegó a los Estados Unidos para iniciar su carrera profesional. Rápidamente demostró para lo que estaba hecho. Era su sueño ser campeón, y lo consiguió al conquistar el título regular de las 168 libras de la AMB en apenas su tercer combate como profesional. Entonces, derrotó por decisión unánime al guyanés Lennox Allen, el 8 de agosto de 2020.
Su sacrificio personal tras dejar atrás a su familia en Santa Clara para alcanzar su sueño como boxeador comenzaba a dar frutos.
Desde entonces, Morrell Jr no hizo más que mejorar. A todos sus oponentes los despachó con soberbios nocauts, salvo al kazajo Aidos Yerbossynuly, con quien bailó toda la distancia hasta enviarlo a la lona con un terrorífico KO.
El pasado año decidió subir de división, y en agosto reclamó en Los Ángeles el título regular ligero pesado, en apenas su segunda victoria por decisión unánime, ante el serbio Radivoje Kalajdzic.
En sus propias palabras, su próximo combate contra Benavidez “es la pelea que lo cambiará todo”.
Nada mal para un ambicioso y eficaz boxeador llamado a la élite con sólo 11 peleas profesionales -9 KO en el camino.
Conceptuado como un boxeador con gran poder, velocidad y destreza sobre el ring, un triunfo suyo ante Benavídez lo colocaría a la saga de los dos titanes de la división de este tiempo, Dmitri Bivol, ex súper campeón WBA y el indiscutible Artur Beterbiev, el actual rey de la categoría.
Como quiera que resulte, tras la carrera de Morrell Jr., resuenan los ecos de los golpes de Mario Kindelán, Teófilo Stevenson y el “boxeo historia”, Felix Savón; también los golpes del “Chacal” Rigodeaux y de “El Cepillo” Joel Casamayor; del Ultiminio “Sugar” Ramos, José “Mantequilla” Nápoles, el Kid Gavilán y el Kid Chocolate, el primer cubano campeón del mundo -monarcas de todos los tiempos de la WBA-.
Ecos venidos de otras épocas. El sábado sabremos que tan distantes están de lo que va siendo David Morrell Jr.
La pelea será la estelar del programa de PBC, que efectuará en el T-Mobile Arena de Las Vegas, con transmisión de PBC PPV en Prime Video. En ella se enfrentarán también el argentino Mirco Cuello y el mexicano Christian “Kiki” Olivo por la eliminatoria al mundial del peso pluma de la WBA.
David Morrell Jr.: Fighting for a Place Among the Greats
David Morrell Jr. promises to be relentless in his next bout. He’s confident he’ll defeat David Benavidez, perhaps the biggest challenge of his career.
His goal: to defend his WBA light heavyweight title. But with every round and every punch, he fights for his reputation, his dream of becoming one of the greatest boxers of today and, why not, earning his rightful place among the greatest Cuban boxers of all time.
Morrell’s journey has been nothing short of extraordinary since he decided to leave his native Cuba. By then, he had already built an impressive amateur career, with a record of 53 fights, 48 wins, and just five losses. In 2016, he became the AIBA Youth World Champion.
After a stint in Mexico, he arrived in the United States to begin his professional career. He quickly proved his worth, achieving his dream of becoming a champion by claiming the WBA Regular Super Middleweight title in just his third professional fight. On August 8, 2020, he defeated Guyana’s Lennox Allen by unanimous decision.
Leaving behind his family in Santa Clara to pursue his boxing dreams was a personal sacrifice that began to pay off.
Since then, Morrell Jr. has only improved. He dispatched all his opponents with spectacular knockouts, except for Kazakhstan’s Aidos Yerbossynuly, whom he outlasted across the full distance before delivering a devastating KO.
Last year, he moved up in weight and, in August, claimed the WBA Regular Light Heavyweight title in Los Angeles with just his second unanimous decision victory, defeating Serbian Radivoje Kalajdzic.
In his own words, his upcoming fight against Benavidez “is the fight that will change everything.”
Not bad for an ambitious and efficient boxer destined for the elite with just 11 professional fights—9 of which ended in knockouts.
Known for his power, speed, and skill in the ring, a victory over Benavidez would position Morrell Jr. alongside the two titans of the division: Dmitry Bivol, former WBA Super Champion, and the undefeated Artur Beterbiev, the current king of the category.
Regardless of the outcome, echoes of legendary Cuban boxers resonate in Morrell Jr.’s career—Mario Kindelán, Teófilo Stevenson, and Félix Savón, as well as Guillermo “El Chacal” Rigondeaux and Joel “El Cepillo” Casamayor; Ultiminio “Sugar” Ramos, José “Mantequilla” Nápoles, Kid Gavilán, and Kid Chocolate, the first Cuban world champion—all-time greats of the WBA.
These are echoes from another era. On Saturday, we’ll see how close David Morrell Jr. is to joining them.
The fight will headline the PBC program at the T-Mobile Arena in Las Vegas, broadcast via PBC PPV on Prime Video. The card will also feature Argentina’s Mirco Cuello and Mexico’s Christian “Kiki” Olivo in a WBA featherweight world title eliminator.
