Ya demostró una vez que es capaz de regresar de una derrota y cambiar las cosas. Cuando Anthony Joshua perdió su invicto en junio de 2019, prometió que en su siguiente pelea iba a lograrlo y regresó en diciembre de ese mismo año para derrotar convincentemente a Andy Ruiz en revancha.

Recuperó los cinturones y continuó como el flamante campeón de los pesos pesados hasta que en septiembre de 2021 apareció otro obstáculo en Oleksandr Usyk, quien le propinó la segunda derrota de su carrera.

En su primera pelea con Ruiz, Joshua fue víctima del poder de los puños del mexicano. En la siguiente pelea planteó un estilo impecable en el que mantuvo la distancia y anuló a su rival para llevarse la victoria en las tarjetas.

Ahora la situación es diferente y el reto se incrementa. Usyk supo ganarle con el buen boxeo que le caracteriza y superó al británico de una manera sencilla en una clase magistral de cómo usar sus herramientas para vencer a alguien que lo superaba en tamaño y fuerza.

Ahí está la dificultad de Joshua. Debe cambiar muchas cosas este sábado, pero durante la primera pelea se vio superado en técnica y boxeo por lo que tendrá la diatriba de si debe intensificar ese estilo para aprovechar su alcance y su altura, o si debe buscar imponer su poder y arriesgarse contra un boxeador tan inteligente como el ucraniano.

Aunque las apuestas no estén a su favor, Joshua se ha visto enfocado y confiado en poder revertir la situación. Una nueva oportunidad de conseguir revancha ¿lo conseguirá?