En el boxeo, como en la vida, unas peleas importan más que otras, porque te dan un boleto directo historia. A 10 días de vivir un escenario de este tipo, se encuentra el namibio Julius “La Máquina Azul” Indongo (22-0,11KOs), quien expondrá su cinturón mundial de peso Súper Ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en Nebraska, Estados unidos delante de la súper estrella estadounidense Terence “Bud” Crawford (31-0, 22KO’s).
“Respetamos a nuestro rival, no importa quién esté al frente, porque venimos a hacer historia”, dijo Indongo, asentado por segunda semana en Estados Unidos, después de un largo viaje de más de 20 horas desde su tierra natal, para finiquitar los últimos detalles de su preparación de cara a su combate que se realizará el 19 de agosto en el Pinnacle Bank Arena de Lincoln.
A “La Máquina Azul” no le preocupa estar abajo en el primer round: el de las apuestas. De cierta manera, siente comodidad, porque al levantarse y subir al ring irá en busca de lo que los demás llaman “sorpresa”, palabra que él no la ve así, sino como el resultado del trabajo que ha venido haciendo para medirse a un púgil como Crawford que califica de “buen peleador, humilde y para nosotros es un placer enfrentarlo”.
“No es nuevo para mí estar abajo en las apuestas, ya he demostrado mi calidad. Cuando estás en el ring no hay apuestas que valgan, solo toca demostrar”, apuntó Indongo al respecto. Y agregó: “Hice mi trabajo en África, de la misma forma que vengo para esta pelea. La gente habla abajo del ring, pero cuando estás arriba nada de eso cuenta, ya que estamos solo los dos”.
El pelador africano está consciente de que se ha ido a meter en la cueva del lobo. Nebraska es la casa de Crawford, donde se ha ganado el respeto y, seguramente, será respaldado con un lleno total en la arena. Prácticamente Indongo lo tiene todo en contra abajo del ring, pero arriba tratará de escribir su propia historia.
En abril de este año, en Reino Unido, Indongo alcanzó una decisión unánime sobre el local Ricky Burns para colgarse la corona de la Asociación Mundial de Boxeo. “Fue un sueño hecho realidad”, comentó el púgil. «Estoy en la historia del boxeo y trato de ayudar con clínicas de boxeo y transmitir los conocimientos a los jóvenes”, agregó y manifestó que se siente feliz por tener dos títulos mundiales y representar a su gente. «Es algo que nunca había pasado en la historia de mi pueblo”, afirmó.
