Kelvinyer Salazar ha noqueado a los tres rivales a los que ha enfrentado en su naciente carrera. El boxeador venezolano aspira a llegar alto en el deporte a pesar del poco rodaje que tiene a sus 20 años.

El salto de este novato al profesional ha llamado la atención después de que mostrara su talento en el programa «Boxeo de Calle» durante toda su adolescencia. Este programa aficionado recorre los barrios más humildes de Venezuela, especialmente de Caracas, y da la oportunidad a los niños de bajos recursos de ocupar su tiempo en el deporte y alejarse de los elementos negativos de sus localidades.

Salazar es aguerrido y le gusta el intercambio, eso es lo que ha demostrado durante toda su carrera y ahora que ha saltado al profesional, quiere seguir triunfando: «De verdad que me he sentido bien en mis peleas. Uno tiene que ir poco a poco y trabajar fuerte para lograr buenas cosas».

La adaptación al terreno profesional ha sido buena, aunque reconoce que debe mejorar muchas cosas. «Siempre me ha gustado buscar la pelea y es lo que más me ha llamado la atención en el profesional. Aqui los guantes son diferentes, no hay caretas y eso implica que puede haber más nocauts, que es el boxeo que me gusta. Pero por otro lado, he tenido que trabajar mucho en la defensa porque debo cuidarme bien», dijo el invicto, apodado el «Zancudo».

El pugilista superpluma tiene aspiraciones gigantes y sus metas están claras: «Yo lo único que quiero es ser campeón mundial y desde ya estoy trabajando en eso. Empecé peleando en ligero y ya voy por superpluma, pero mi intención es llegar a pluma. Si Dios quiere y si mi trabajo rinde frutos, sé que algún día veré ese cinturón en mi poder».

Salazar trabaja en Caracas bajo las órdenes del profesor Jorge Zerpa y se codea con grandes figuras como la campeona gallo de la WBA, Mayerlin Rivas y la histórica retadora mundialista Carolina Álvarez.