El mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, un coleccionista de coronas mundiales y para el grueso de los analistas el mejor púgil del momento, irá en procura de un cinturón más para sus vitrinas de trofeos, el del peso semipesado (175 libras, 79,386 kilos) de la Asociación Mundial de Boxeo en poder del invicto Dmitry Bivol, este sábado en el pabellón T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, cuyo aforo para 20 mil personas debe ser ocupado en su totalidad toda vez que las entradas se agotaron desde los primeros días en que fueron puestas en venta en precios oscilantes entre $160, $580 y $9 mil dólares las más caras.

El peleador azteca de 31 años, ganador por KO en 39 de 60 presentaciones, con 2 empates y solo una derrota a los puntos ante el ya retirado Floyd Mayweather el 14-9-2013 (tarjetas de 117-111, 116-112 y 114-114), es el actual monarca indiscutido supermediano y ha reinado también en superwelter y mediano, además de en las 175 libras, una faja que ganó el 2 de noviembre de 2019 frente a  Sergei Kovalev por DU en la versión OMB.

Su rival del sábado, Bivol, también de 31 años, no ha sido vencido en 19 peleas profesionales de las que ha ganado 13 antes del límite, sin derrotas ni tablas. Aun cuando en el rentado tiene un muy breve historial de solo 8, que contrasta con los 17 del azteca, no puede ser calificado de inexperto ya que en el amateur peleó 283 veces con balance de 268 victorias y apenas 15 decepciones. Aprendió a boxear a los 6 años.

Álvarez, quien empezó en el profesional con solo 14 años de edad, en octubre de 2005 con un KO en 4 tramos ante Abraham González, por una módica bolsa de $40 de los que recibió la mitad, ganará ahora unos $53 millones, la tercera parte de lo que le pagará la empresa promotora Matchroom Boxing del inglés Eddie Hearn por 3 combates, el segundo de ellos en septiembre  que completará la trilogía versus el kazajo Gennady Golovkin (uno ganado por el mexicano, con unas tablas) y un tercero ante un rival aún sin determinar.

El “Canelo”subirá el sábado en calidad de favorito para batir a Bivol, quien tiene a su favor una altura de 10 centímetros más que el jalisciense (1,83 por 1,73) con un alcance de 183 por 179. No obstante, se cree que esas relativas ventajas no serán lo suficientemente determinantes para concretar su objetivo de frenar y vencer al “manito”, este también en desventaja con respecto al peso pues se presume que Bivol estará sobre el ring con varios kilos más.

Los expertos suponen que la pelea se caracterizará por un planteamiento de contrastes de lado y lado: Bivol seguro irá siempre al ataque como acostumbra a hacer, con su buen y certero jab por delante como arma de contención y sus disparos de ambas manos, sin desperdiciar golpes, mientras que “Canelo”, se da por descontado, recurrirá al contragolpeo para contenerlo y sumar los puntos necesarios en cada vuelta con el KO como objetivo, tal y como lo ha hecho en sus más recientes compromisos.

Concluyamos con una pregunta “ingenua” y la correspondiente respuesta: ¿Se cumplirá esta vez, como otras muchas en el pasado el viejo axioma del boxeo, aquel de que “El bueno grande le gana al bueno chiquito”?

La respuesta, que no es sino nuestra opinión acerca del posible resultado: en este caso el bueno grande no parece ser lo suficientemente bueno como para derrotar al bueno chiquito. Con el añadido de la rememoración de un antiquísimo pasaje y episodio bíblico: la de Las Vegas debe ser la pugna de David contra Goliat. No hay quien no sepa quien terminó con el brazo en alto.