Presidida por su máximo dirigente, Gilberto Jesús Mendoza, la Asociación Mundial de Boxeo, decana de las entidades controladoras del boxeo universal, instalará desde el venidero domingo 11 su Convención Centenaria en las instalaciones del Hotel Caribe Royale de Orlando, Florida, teniendo como temas principales y prioritarios, en primer término lo concerniente a la Salud Mental de los boxeadores, además del plan de reducción (unificación) de los cinturones mundiales y los 100 años de historia del ente.
Está programado que las deliberaciones se extiendan, para una cabal exposición de los temas a desarrollar, hasta el miércoles 14, con la activa y acostumbrada participación de delegados provenientes de diversos países del orbe.
Hoy es propicia la oportunidad para hacer una concisa referencia, en la ya larga historia de la AMB, al relevante papel protagonizado, entre otros muchos competentes dirigentes (los panameños Rodrigo Sánchez y Elías Córdova, entre ellos) por los venezolanos Gilberto Mendoza Sr. y de su hijo Gilberto Jesús, dos grandes dirigente que han manejado la organización nacida como National Boxing Association (NBA) por la iniciativa puesta en marcha por representantes de 13 de los estados de la Unión Norteamericana y que desde 1962 es conocida como AMB (WBA por sus siglas en inglés), su actual nombre, impulsado por el elevado prestigio ganado a ojos vistas ante los millones de aficionados al deporte de los puños de todo el planeta.
Bien vale la pena apuntar que el año pasado la entidad celebró con júbilo sus primeros 100 años de existencia, contados desde la puesta en escena de la pelea por la faja mundial de todos los pesos que protagonizaron el 2 de julio de 1921, en el Boyle´s Thrity Acres de Jersey City, el estadounidense Jack Dempsey, dueño de la corona, y el desafiante francés Georges Carpentier, que terminó con un fácil triunfo en cuatro asaltos del primero ante más de 90 mil aficionados.
Igualmente viene a colación apuntar que hace siete años, con motivo de la Cena Anual de la institución, el actual presidente, Gilberto Jesús Mendoza en el cargo desde 2015, dirigió un emotivo y resumido mensaje a los miembros del Comité Ejecutivo, mensaje que reproducimos a renglón seguido y el cual, en esencia, deja claramente definidos los postulados por los que se rige la institución.
Dicho mensaje, abreviado, reza: “En la AMB nuestra política es clara y sencilla: reconocer el talento, femenino o masculino, en los más apartados rincones del universo, brindando la alternativa de un crecimiento individual y la vía de la superación social, a través de un sistema organizativo jerárquico, regulado, justo y de preservación de los derechos humanos, todo ello aunado al amor e interés común de todos nosotros. Hagamos del boxeo un deporte universal, sí. Pero con conciencia social.”
Debe darse por descontado que tales postulados, de perenne e inalterable vigencia, serán refrendados en esta ocasión por los convencionistas en los 4 días de intensa y febril actividad que se llevarán a cabo en Orlando. Siempre con la fundamental atención puesta en procurar las mejores y más provechosas condiciones de vida en los aspectos básicos de la persona humana, y de su seguridad en el futuro, una vez retirados, para los boxeadores.
