Las miradas en la ceremonia de pesaje mostraron al público la rivalidad como antesala en lo que será otro combate histórico para el boxeo femenino mundial. Jessica McCaskill y Chantelle Cameron declararon 139 libras, ambas a penas unos gramos por debajo de las 140, división en la que todos los cinturones estarán en disputa mañana sábado en los Emiratos Árabes.
Una de las declaraciones contundentes de la indiscutible welter, McCaskill, fue advertirle a su oponente: “No creo que realmente entiendas en qué te estás metiendo el sábado. La última chica con la que me peleé, le rogó a su entrenador que detuviera la pelea. Discutió con su entrenador después de 3 rondas porque pensaba que iba a morir, quería ir a casa con sus hijos. Ahora estoy bajando de peso, espero que no creas que no voy a traer ese poder”. La boxeadora norteamericana confía en el poder de sus puños.
Mientras, Cameron le dejó saber que será ella quien “le dé una lección de humildad y recibiré una gran ronda de aplausos cuando logre detenerla, debido a que hablan demasiado, no muestran respeto a nadie. Será genial derribarla”.
Con palabras determinadas, las dos peleadoras esperan salir con las manos en alto y con la cintura cargada de cinturones para convertirse alguna en la nueva campeona indivisible de las 140 libras.