Los nombres del estadounidense descendiente de mexicano y de ecuatoriana David Benavidez, invicto con 23 nocauts en 27 peleas, campeón supermediano interino del CMB, y del ruso y también insuperado Dmitri Bivol (21,11KO, 0-0), soberano semicompleto AMB, resonaron en boca de los aficionados congregados el sábado pasado en el T-Mobile Arena de Las Vegas y en el mundo del boxeo en general tan pronto se concretó el fácil triunfo del tapatío Saúl “Canelo” Álvarez sobre Jermell Charlo, nativo de Luisiana, en el que aquel conservó el cetro supermediano en sus cuatro versiones.
Álvarez, como ya sabe la mayoría, dispuso de Charlo sin inconvenientes. Manejó los tiempos a la perfección, lo que le permitió contener sin dificultades los tímidos ataques del rival, titular superwelter AMB-CMB-OMB y FIB, en franca inferioridad física en cuanto al peso frente a un peleador habituado a combatir en las 168 libras, 14 más que las del monarca retador, que cayó por una derecha a la cara y recibió conteo de protección en el séptimo round de una pelea que el azteca resolvió con tarjetas de 118-109 por partida doble y de 119-108 de los jueces, los 3 de Estados Unidos.
Sería exagerado asentar que “Canelo” propinó una golpiza al contrincante. Lo venció claramente, como quedó dicho, sin pasar apuros en ruta a una victoria cómoda, pero una actuación y en una pelea que nada especial dejó para el recuerdo. De comienzo a fin ejerció un claro dominio de las acciones, con ataques esporádicos a un rival que ningún provecho pudo sacar de su mayor estatura (1,83 por 1,73) y que solo pareció animado por el propósito de llegar hasta la campana final, como en efecto pasó. Para Álvarez la victoria fue la 60ª. de 64, con 2 derrotas y un par de empates en 18 años de profesional, mientras que Charlo quedó con marca de 35 (10)-2-1 en 16 años sobre un ring.
¿QUIÉN SIGUE…?
Repetimos el primer renglón del título de esta nota, que usamos hoy aun cuando no nos agradan mucho los títulos en interrogantes.
Sin embargo, a no dudarlo, es aquella la pregunta que está en el ánimo de los aficionados, muy especialmente de los seguidores del jalisciense. Y reiteramos, también, que los nombres sobre el tapete son los de Benavidez, con hambre de una oportunidad frente al amo de las 4 fajas, y el de Bivol, que ya doblegó a Álvarez con relativa facilidad en mayo del año pasado, una pelea en la que el mexicano, que ha sido también campeón superwelter y mediano, buscaba el cinturón de las 175 libras, que ya ostentó interinamente en la versión CMB y que dejó sin defender nunca.
Sobran los aficionados, que no miran con simpatía a “Canelo”, que sostienen que este le escurre el bulto a Benavidez, un pegador letal, con el hito histórico de ser el más joven campeón mundial de la división supermediana, lo que logró a los 22 años, 8 meses y 22 días el 28-9-18 ante Anthony Dirrell, fajín que perdió por no dar el peso en su siguiente encuentro y que recuperó con un nocaut en 3 al canadiense David Lemieux en mayo de 2022. DB no actúa desde marzo de este año cuando batió a los puntos a Caleb Plant. Insistimos en cuanto a que abundan los que creen que “Canelo” teme a la pegada de Benavidez, de 1,88 de alto. Y el mismo peleador ha dicho repetidamente que anhela un chance frente a Álvarez y que está totalmente seguro de que puede vencerlo.
El otro potencial adversario para el de Jalisco, el ruso Dmitri Bivol igualmente desea subir por segunda vez contra “Canelo”, confiado como lo está de que puede derrotarlo, como hizo en mayo de 2022 con tarjetas repetidas de 115-113, un margen muy estrecho que para muchos debió ser más abultado vista la superioridad mostrada por Bivol, quien lució un coloso frente al de México. Además, un segundo atractivo para él sería la rica bolsa que se llevaría en un segundo choque. .
Concluimos: solo resta esperar. Es seguro que en unos días habrá noticias respecto a los próximos pasos que dará el “Canelo” Álvarez, que tiene un contrato de $100 millones por tres combates, del ya cumplió uno el sábado pasado, con la empresa que maneja su carrera, Desde siempre ha siempre ha sido criticado por cientos, pero a la par idolatrado por muchos más. Él es, sin duda alguna, una polémica figura del boxeo en particular y en general del deporte mundial. Digan cuanto quieran decir sus detractores.
