Panamá fue como una segunda casa para el presidente emérito de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Gilberto Mendoza, y para el propio organismo. En el mes en que se cumplen dos años de su fallecimiento, se realizó una misa en el Santuario Nacional de María, para honrar la memoria del venezolano, quien encontró en el país del canal una manera de trabajar por el boxeo en un gran nivel.
Familiares, amigos y personal de la AMB se dieron cita para rendir homenaje al fallecido dirigente en uno de los templos más reconocidos de Ciudad de Panamá. El acto está enmarcado en un conjunto de actividades que el mundo del boxeo lleva a cabo en varios países para recordar a uno de los hombres que marcó una época en el ámbito boxístico mundial gracias a su entrega al deporte y su aporte a la juventud de Latinoamérica y el mundo.
Mendoza falleció el 11 de marzo de 2016 y es uno de los hombres más extrañados de la actividad. Dejó un legado importante, el cual quiere seguir la AMB con la intención de hacer del boxeo una actividad cada vez mejor.