Puerto Colombia fue testigo de los primeros destellos de excelencia de Yoel Finol. Seis rounds de un boxeo impecable catapultaron la tercera victoria profesional del venezolano, en lo que significó la mejor actuación de su corta carrera hasta ahora.

Los comentarios alrededor del cuadrilátero se resumían en elogios ante la pelea del boxeador de 24 años, quien utilizó sus herramientas para ganar todos los asaltos al colombiano Javier Martínez. Su rival no lo encontró nunca, Finol se desplazó sobre el ring con una confianza abrumadora y llenó de golpes a un contrincante que por momentos lució indefenso a pesar de su buen récord.

Desde “es intocable”, hasta “el Lomachenko Suramericano”, las opiniones iban y venían mientras dictaba su cátedra boxística. Finol salió del hotel con una petición a Dios, según contó después de su combate. Quería demostrar de lo que es capaz y exhibir su mejor boxeo, se sentía listo para hacerlo en su tercera presentación y despejar lo que él considera que fueron dudas en sus primeras peleas.

Sus plegarias fueron contestadas y Yoel mostró su mejor versión con un vistoso estilo, el mismo que lo llevó a ganar una medalla de plata hace cuatro años en Río 2016 y cuya forma de adaptarlo al boxeo profesional no había encontrado hasta este momento.

Parece haber encontrado la fórmula en este nuevo ámbito. Solo le falta probarla frente a rivales más complicados y en peleas más largas, pero parece haber hecho el ajuste necesario para encaminar su estilo y ser altamente efectivo.

Lo definía el profesor Jorge Ramírez, director de la WBA Academy y que lo ha seguido desde muy niño, como “un genio motriz”. Finol parece pensar primero que sus rivales, como si una voz le avisara lo que va a hacer el contrario. La manera de anticiparse a lo que hará su contrincante es alucinante y todo eso lo hace con un volumen de golpes alto para aporrerar y lucir.

Hay un detalle que el venezolano quiere mejorar y es definir los combates rápido. Finol sabe moverse y justamente eso es lo que le impide pegar fuerte y acabar con sus rivales antes del límite. Aseguró que va a trabajar en el ritmo y a buscar el momento en el cual plantar sus pies sobre el ring para que su pegada haga daño.

Es la meta que se ha planteado para el futuro cercano y la gente estará ansiosa por ver si puede conseguirlo. Lo cierto es que pelea a pelea ha ido mejorando considerablemente y hay razones para creerle lo que se ha propuesto.

Finol es comparado con los grandes peleadores históricos de su país, lo que parece precipitado. Es una historia que apenas escribe sus primeras líneas pero cuyo inicio luce bastante bien.