Decir adiós puede ser una de las cosas más difíciles de la vida. Sin embargo, hay personas que son capaces de superar lo terrenal y mantenerse, en espíritu, con nosotros producto del camino andado.
Por eso, este domingo en Caracas, Venezuela, se le dijo “hasta pronto” a Gilberto Mendoza, presidente emérito de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), porque en cada persona que conoció, y que se acercaron este domingo a celebrar su vida con una santa misa de cuerpo presente, llevan una parte de él en su corazón.
Luego de pedir al señor por la paz eterna de Mendoza, se le rindió un merecido tributo en el cual participaron boxeadores, periodistas, promotores y familiares. El primero en tomar la palabra en el emotivo acto fue el ex campeón pluma venezolano Antonio Esparragoza: “no lo perdimos, hoy lo vamos a sembrar y lo tendremos por toda la vida en nuestra mente y corazón”, además destacó que el boxeo es la disciplina deportiva más importante de Venezuela y que gracias a Gilberto se lograron muchos campeones mundiales.
Luego tomó la palabra el destacado periodista venezolano José Visconti, quien afirmó: “era un hombre que no tenía necesidad de defensa, porque como dice el popular aforismo: ‘por sus actos los conoceréis” y evocó a los grandes campeones que han surgido durante el mandato de Mendoza y el gran afecto que le han demostrado a su familia en los momentos difíciles producto de todo lo que hizo en vida.
Después tomó la batuta el promotor estadounidense Gary Shaw, quien muy conmovido dijo: “Gilberto fue como un rayo de sol y cuando eres un rayo de sol tu puedes mantener una sombra grande, muchos de nosotros caminamos sobre esa sombra. Hoy esa rayo de sol se va a alejar un poco y esa sombra se va a achicar un poco, pero esa luz saldrá nuevamente y estará en Gilberto Jesús Mendoza y nosotros, la familia del boxeo, queremos y anhelamos que esa luz se haga grande y crezca mucho más. Eso nos enseñó Gilberto, un hombre cuya palabra valía más que su firma o un apretón de manos, porque lo que decía lo cumplía”.
Y por último habló su hijo, y actual presidente de la AMB, Gilberto Jesús Mendoza Alvarado: “mi papá nos deja un legado grande, el entendernos el uno al otro, saber cual es la necesidad que tiene el otro, entenderla, ponerme bravo pero abrazarlo después y tratar de buscar un punto de equilibrio. Ahí fue donde mi papá era un titán. En nombre de mi familia les agradezco de corazón hayan estado aquí conmigo en cada momento, pero quiero que se lleven la paz que él se llevó no les pido más nada”.
Luego Todos juntos rezaron un padre nuestro para concluir una despedida llena de emociones. El mundo del boxeo, de los scouts, de la política, de la azucarera El Palmar y su familia unidos para celebrar la vida de una persona que en diferentes ámbitos dejó el alma y corazón en cada acción y que hoy recibe los frutos que sembró: el cariño eterno de todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerlo y de darle un apretón de manos con la izquierda, la que está más cerca del corazón.