“El Palmar fue muy especial para Gilberto y Gilberto fue muy especial para El Palmar”, indicó Federico Vollmer en Central El Palmar, durante una misa que se realizó en dicha empresa para la cual trabajó Gilberto Mendoza durante 55 años.
Y es que para Gilberto, presidente emérito de la Asociación Mundial de Boxeo, El Palmar era su vida, dedicó gran parte de su tiempo en realizar aportes para la empresa y se ganó el afecto de los trabajadores y dueños de la misma que decidieron despedirlo este miércoles 16 de marzo con una homilía dentro de sus instalaciones.
“Para mí era un termómetro, si las cosas funcionaban como en El Pamar entonces la AMB estaba bien”, resumió Gilberto Jesús Mendoza, presidente del organismo más longevo del boxeo, para resaltar la importancia que tenía aquel lugar para su padre.
Por su parte, Elena Alvarado de Mendoza afirmó: “era imposible no traerlo para acá (…) Gilberto podía dejar cualquier cosa, pero nunca Central El Palmar”. Mientras que Vollmer, uno de los dueños de la empresa, agregó: “por muchos éxitos nombramientos o status tuvo los pies sobre la tierra y sino tenía a Elena, su esposa, para que lo jalara hacía bajo. Fue un hombre honesto, recto y comprometido en sus actuaciones. Un hombre que siempre antepuso los intereses de sus casas llámense: AMB, El Palmar, los Scouts o cualquier otra a sus intereses personales”.
Este jueves 17 de marzo en Barquisimeto, Estado Lara al occidente de Venezuela se trasladarán a Gilberto Mendoza a su última morada.