No cabía un alma en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, Panamá este viernes a las 5:40 p.m. todos estaban ansiosos por aplaudir y festejar la llegada de Jezreel Corrales, nuevo supercampeón de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Al salir de la aduana con su faja negro-oro «El Invisible» fue más visible que nunca y los fanáticos estallaron en júbilo y entre aplausos y música inició su recorrido hasta un pequeño set, donde dirigió unas palabras a la prensa.
«Quiero agradecer a todos los que me apoyaron y creyeron en mí, estoy muy feliz», afirmó, palabras más palabras menos, el nuevo campeón. Además, sentenció al ser interpelado sobre el nivel boxístico de Panamá: «el boxeo panameño no está en crisis necesita apoyo».
Corrales logró el sueño de su vida gracias a que noqueó en dos asaltos al supercampeón japonés Takashi Uchiyama echando por la borda todos los pronósticos y regalándole una gran alegría a los suyos que luego del acto lo siguieron en caravana para terminar por todo lo alto la bienvenida de su campeón.