El escocés Ricky Burns y el bielorruso Kiryl Relikh cumplieron con el peso al marcar 139.2 y 140 libras respectivamente. Así, superaron el requisito final para poder combatir este viernes en Glasgow, Escocia, por el cetro superligero de la Asociación Mundial de Boxeo.
Burns expondrá por primera vez el título que ganó en el mes de mayo al despachar en 8 asaltos al italiano Michele Di Rocco. Esa victoria lo convirtió en tricampeón mundial, luego que “Rickster” sobre los tinglados al haber reinado ya en las divisiones: superpluma, ligero y superligero.
Por su parte, Relikh se estrenará en careos mundialistas con el público en contra pues pelea en la casa del campeón. Sin embargo, su carta de presentación es su poder noqueador. Así lo evidencia el 90 por ciento de nocauts que refleja su hoja de vida. Además, ha afirmado en infinidad de ocasiones que está muy seguro de sí mismo.
Los oficiales para esta contienda serán: el británico Howard Foster como referí. El venezolano Jesús Cova, el estadounidense Raul Caíz Sr y Terry O’Connors de Reino Unido como jueces y el nicaragüense Renzo Bagnariol supervisará la reyerta.
Burns de 33 años de edad tiene récord de 40 victorias, 5 derrotas, un empate y 14 nocauts. Mientras que Relikh de 26 tiene un currículo pulcro de 21 careos ganados y 19 por la vía del cloroformo.