El boxeo fue el instrumento con el que el nicaragüense Rosendo Álvarez logró superarse y llegar a ser el ídolo de multitudes que es hoy en día. Pero el “Búfalo” sabe que él debe servir como canal para ayudar a los más necesitados y en consecuencia de eso ha actuado durante toda su carrera.
A lo largo de su pasantía por los cuadriláteros, y ahora después de su retiro, Álvarez se ha enfocado en ayudar a las personas de su país, especialmente a los niños. Esta semana trascendió en la prensa nicaragüense, el caso del joven AB Alberto Rodríguez Cabrera, quien sufre de Leucemia y, además, nació sin el sentido de la visión.
AB reside en el barrio Gertrudis Arias y vive en el seno de una familia muy humilde pero que ha hecho todo para mantener su espíritu de lucha. El “Búfalo” está ayudando a esta familia en el trato del chico y también el de su hermano Brandon, quien también es ciego.
“Ellos son verdaderos campeones para mi, porque en medio de sus limitaciones no se dan por vencidos y luchan a diario contra grandes adversidades”, destacó el ex campeón de la AMB a la prensa local, después de donar a la familia cinco ampollas de Filgrastin en el Hospital Manolo Morales.
“Para mi es una satisfacción estar a la par de ésta familia humilde. Si tengo la oportunidad de ayudarlos, sé que no habré pasado en vano por éste mundo. Siempre he tenido ese sentimiento de ayudar a la gente”, prosiguió Álvarez.
Entre todos los casos en los que Rosendo ha colaborado, se recuerda especialmente el del niño Erling Cubas, quien cumplió su sueño de conocer al campeón y en cuyo favor, Álvarez inició una campaña. El ex pugilista contribuyó mucho con el pequeño en sus últimos días de vida.
La AMB se siente orgullosa de contar con Rosendo Álvarez como uno de los peleadores más respetables que han engrosado su lista de campeones. El organismo sabe que cuenta con el “Búfalo” para todas las actividades benéficas y, así mismo, envía un mensaje al campeón de que la colaboración es mutua.