El periodista venezolano Leo Felipe Campos presentó su libro de cuentos: Gancho al hígado, el pasado jueves en la librería Lerner de Bogotá, Colombia junto al respetado cronista colombiano Alberto Salcedo Ramos, a la que asistió Gilberto Jesús Mendoza, presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Durante la velada Campos y Salcedo Ramos sostuvieron una amena charla en la que el boxeo fue protagonista. Conversaban sobre las similitudes del noble arte de los puños y la literatura. Además, citando el prefacio del libro, hablaron sobre grandes escritores y que tipo de boxeadores serían.
“A mi me parece que el boxeo es el único deporte que te ofrece un combate del hombre contra el hombre y creo que la literatura, de alguna manera, se aproxima a eso: es el hombre contra sí mismo”, afirmó Campos.
El libro de relatos cortos lleva su nombre en honor al título de uno de los 9 cuentos que fueron publicados, que relata la historia de una boxeadora, también se animó a haber sobre sus boxeadores favoritos.
“Mi boxeador venezolano favorito es Alexander ‘El Explosivo’ Muñoz, porque una vez yo estaba entrevistando a Felix Machado, campeón Súper Mosca, que iba a defender su título en Asia y El Explosivo estaba caminando y se me acerca y me dice: ‘¡oye, periodista! Tienes que entrevistarme a mí, porque el próximo monarca de esa categoría soy yo’. Fue divertido y a la vez incómodo, porque yo estaba entrevistando al campeón. Luego dejo mi trabajo, pero empiezo a seguirle la carrera y se convierte en campeón y digo: este tipo tenía razón. No solamente es el campeón de la categoría, pero me parecía infinitamente superior a todos los boxeadores de la división”, sostuvo el escritor.
Mientras que su boxeador extranjero favorito es Marvin Hagler: “era un fanático de Hagler desde niño, en realidad esos cuatro monstruos: Roberto Durán, Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns y Hagler. En esa época comenzó mi afición al boxeo”, dijo Campos.
Gancho al hígado, editado por Tusquets editores, ya está a la venta en las librería de Colombia y es una prueba más de la cercanía del boxeo con la literatura.