Los púgiles Alberto “El Explosivo” Machado y Jezreel “El Invisible” Corrales se enfrentaron hace un año en Nueva York, EE.UU. Esa noche la suerte le sonrío al boricua Machado, que bajó del cuadrilátero como campeón mundial regular súper pluma de la AMB, pero luego de su triunfo una amistad empezó a florecer con Corrales.
Producto de esa amistad y de los principios que ambos comparten por ayudar a sus familias, Machado viajó a Panamá para reencontrarse con su antiguo rival y seguir apoyando el sueño de Corrales, que es ver a su hermana Yinelis Corrales convertirse en toda una profesional.
A través de la fundación de Machado y su equipo de trabajo hicieron una donación económica para aportar a la educación de la hermana de Corrales, que cuentas con grandes calificaciones.
El gesto de Machado es una pequeña muestra de que el boxeo es más que un deporte, el pugilismo es sinónimo de familia, parte de los valores que practica el campeón super pluma de la AMB, dejando claro que es un digno orgullo para la entidad más longeva que rige el boxeo profesional.
Las impresiones de este encuentro fueron mágicas; Corrales y Machado se dieron un abrazo fraternal, mismo que se hizo en presencia de los padres del panameño, los señores Alejandro Corrales y Mary González, quienes quedaron sorprendidos y a la vez agradecidos con esta acción.
Este emotivo acto fue culminado con las declaraciones de ambos púgiles.
Machado expresó: «Yo vengo de un lugar humilde y de bajos recursos, con mi fundación buscamos ayudar a esos jóvenes que quieren superarse”.
“Cuando me estaba preparando para retar a Corrales en el 2017 tuvimos la oportunidad de ver un reportaje que hizo la televisión panameña, donde mostraban que Corrales boxeaba para aportar a la educación de su hermana, nos identificamos con eso y mi equipo y yo decidimos seguir apoyando ese sueño y aportarle un granito de arena para su superación”.
Por su lado, Corrales dijo lo siguiente: “Este acto me agarró por sorpresa, no me lo esperaba. Agradezco de corazón la disposición de Machado, aportar al futuro de mi hermana por medio de su fundación no tiene precio”.
“Esto me motivó para regresar con ánimos y volver a ser campeón para seguir apoyando a mis familiares”, agregó el púgil panameño”.
El acto tuvo lugar en Panamá durante el marco de la Convención número 31 de la OMB, organismo aliado a la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), entidades que sirven de vehículo para que la juventud tenga oportunidades más allá de los malos pasos y las drogas, siguiendo así las bases del programa “KO A LAS DROGAS” que ha promovido la AMB por muchos años.