Desde que Oleksandr Usyk irrumpió en la escena boxística mundial, se evidenció que es un boxeador único. El ucraniano, que defenderá su Súper Campeonato Crucero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) este sábado contra el británico Tony Bellew, se ha convertido en uno de los mejores peleadores del mundo en apenas 15 combates profesionales.
Además de ser monarca AMB, Usyk también ostenta las fajas de todas las organizaciones importantes, lo que lo convierte en el campeón absoluto de la división, primero de la historia de dicho peso con cuatro cinturones. Su carrera en el aficionado fue destacada, a pesar de haber iniciado en el boxeo a los 15 años de edad después de haber sido futbolista durante su niñez y la primera parte de su adolescencia.
Entre los logros conseguidos en el amateur, destaca el campeonato mundial de 2011 y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ambos en peso pesado.
Saltó al profesional en 2013 y en su décima pelea profesional se convirtió en el campeón con menos combates en la división de 200 libras o más, un récord que antes tenía Evander Holyfield. En 2017, ya como un sólido monarca, ingresó a la World Boxing Super Series, competición en la cual tuvo una actuación destacada y en la que venció a Marco Huck (primera ronda), Mairis Briedis (semifinales) y al hasta entonces campeón AMB, Murat Gassiev, en la final, lo cual lo llevó a conquistar el trofeo Muhammad Ali, las cuatro fajas mundiales más importantes y el prestigio que tiene hoy en día.
Usyk ha demostrado ser un gran atleta y un hombre cuyos principios y creencias son invulnerables. A pesar de haber nacido en Crimea, territorio en disputa entre Rusia y Ucrania, en 2014 destacó que no adoptaría la nacionalidad rusa y que se mantendría con su gentilicio de nacimiento, aunque ha insistido en diversas ocasiones cobre la hermandad de esos países y su pelea más reciente la llevó a cabo en Moscú, donde cuenta con muchos fanáticos y ama al público.
El peleador de 31 años se enfrentará a un Bellew, quien vive un buen momento. Para Usyk significará la primera defensa de su faja y su primera exhibición como dueño del trofeo Muhammad Ali, mientras que tratará de defender su invicto en 15 combates en el boxeo rentado.
