En vista de que el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) Mike Tyson cumple 53 años, la familia de la AMB recomienda ampliamente la lectura del libro «La verdad indiscutible», de Mike Tyson y Larry Sloman.
Ya sea que lo ames o lo odies, Tyson es un ícono que trasciende el mundo deportivo, y esta narrativa brutalmente honesta de su historia de vida hace algo que no muchos libros logran: revela el corazón y el alma de un hombre para que todos puedan verlo.
Lo bueno, lo malo y lo verdaderamente feo están ahí para ser leídos de una manera francamente refrescante. Usualmente, en las biografías solo se lee un lado o el otro; tienes los que revelan los malos eventos convertidos en lecciones aprendidas de un lado, y del otro lado tienes historias heroicas positivas llenas de lecciones de vida motivadoras.
Con este libro, simplemente se obtiene todo, incluso una honestidad realmente desconcertante que hace que, a pesar de haber leído más de 600 páginas, te preguntes si realmente conoces al hombre. Quizás ese sea el punto; lo impensable en un mundo donde usualmente todos están seguros de que lo saben todo.
El tamaño del libro puede asustar a algunas personas, pero no temas; las páginas transcurren muy rápido a medida que te preguntas exactamente a dónde irás a parar después en la mente de Iron Mike. Te transporta de regreso a su juventud como el niño que le temía su propia sombra, hasta convertirse en el peleador más temido del mundo -que revela sus inseguridades para que todos las vean-, y a la locura provocada por las drogas en un hombre que lucha contra múltiples adicciones antes de que estas lo maten.
Por extraño que parezca, no lo elijas solo por entretenimiento porque, aunque cumple bien esa función, no es ese el propósito del libro. El propósito del libro parece ser mostrar que todos tenemos nuestros demonios contra los cuales luchar y que no debemos tener miedo de enfrentarlos abiertamente.
Como nos dice Iron Mike: él es simplemente un hombre, uno con muchos defectos, y tal vez son esos defectos los que dejan una marca indeleble en el mundo si simplemente aceptamos quiénes somos. Mike, creaste una montaña rusa que está a la altura de la del Mickey Walker y el Jack Dempsey del pasado.