El autoconocimiento es un proceso de descubrimiento, de identificación y de comprensión de las fortalezas, las áreas de incremento, las actitudes, los hábitos, los valores, las creencias, los patrones de pensamiento, los rasgos de personalidad y los estados afectivos que caracterizan a cada individuo.
Este proceso de autodescubrimiento no solo contempla que el individuo se conozca a sí mismo, sino también conocer cómo los otros le perciben, de manera de poder distinguirse a sí mismo con respecto a los demás.
Es decir que, este proceso es el primer paso para que el individuo desarrolle una autovaloración positiva, asuma las responsabilidades de sus propias acciones y decisiones, cumpla los objetivos que se propone, logre sus metas, supere dificultades y derrotas.
Es evidente entonces que en todas las disciplinas deportivas es importante que el atleta trabaje en su autoconocimiento para tener domino de sus capacidades y sus destrezas al momento de una competición.
En las disciplinas de combate como el boxeo, el autoconocimiento tiene un mayor peso, pues a la mínima duda del boxeador no solo considerará invencible a su contrincante, sino que el contrincante también puede percibir la inseguridad y tomar ventaja en la pelea.
Y es que el autoconocimiento le permite al boxeador dirigir su preparación física y mental de calidad en cuanto a la identificación, la comprensión, el desarrollo y la mejora de: 1) los propios recursos; 2) la autoimagen; 3) las áreas de incremento; 4) las condiciones físicas y mentales; y 5) el razonamiento táctico.
Todo esto, con la finalidad de que pueda estudiar a su contrincante desde una óptica real, de confianza y no desde la inseguridad, para enfrentarlo y ganarle, manteniendo el dinamismo, la rapidez, la precisión, el autocontrol de sus impulsos, el dominio de sus emociones, y la toma de decisión correcta al momento del combate, de cara al aprovechamiento de las oportunidades en la búsqueda de mejores condiciones y éxito.
En definitiva, el boxeo es una disciplina con la que se puede impulsar el desarrollo funcional del atleta como ser biopsicosocial, en cuanto a la procura de su salud, regulación de su conducta y emociones, y, formación moral y relacional.