Desde el pasado sábado hasta hoy se han leído y oído en la prensa escrita y en medios audiovisuales, así como en la calle, incontables análisis y comentarios acerca del combate en el MGM Grand Arena, de Las Vegas, en el que el jalisciense Saúl “Canelo” Álvarez noqueó en 11 asaltos al estadounidense Caleb Plant para dar un paso histórico al convertirse en el primer latinoamericano y en el único supermediano (168 libras, 76 kilos y fracción) que se ciñe los cinturones de la AMB, CMB y OMB -que poseía- a los que sumó el de la FIB del adversario.
Con su triunfo, el mexicano de 31 años extendió a 59 sus victorias y su conseguió su nocaut 39 en 60 actuaciones, con un revés en 2013 ante el ya retirado Floyd Mayweather.
Su contrincante vencido, Plant, de 29 años, era un invicto en 21 refriegas, con 12 nocauts. “Canelo”, además, ingresó en el selecto grupo de los que históricamente han reinado de manera simultánea en las versiones AMB, CMB, OMB y FIB. Ahí acompaña a Bernard Hopkins (mediano), Jermain Taylor (mediano), Terence Crawford (superligero), Oleksandr Usyk (crucero) y Josh Taylor.
Aun cuando no hay mucho que añadir sobre el choque, por lo anotado, se nos ocurrió, sin embargo, dar respuesta a los puntos de vista de dos veteranos hombres del boxeo, el promotor Rafael Morón, y el exjuez internacional AMB, el ingeniero Fernando Viso.
El primero señaló que se asombró por lo dicho por un comentarista de televisión que habló de una “pelea cerrada”, cuando iban a entrar al round diez y que cualquiera podía ganar a los puntos si terminaban los 12 rounds. “En mi opinión-indicó- ‘Canelo’ estaba claramente en ventaja antes del KO. Para mí ese señor estaba viendo otra pelea, me imagino. ¿Qué dice usted?”, preguntó Rafael, a lo que respondimos que también nos llamó la atención tan disparatado comentario.
Cierto que Plant le puso empeño, manejó muy bien su jab y muchas veces evitó los golpes de derecha cubriéndose bien la barbilla, no deslució y fue más allá de lo que una gran mayoría de los aficionados suponía, frente a un enemigo que había dominado con relativa facilidad a otros con pergaminos de más lustre que el suyo, verbigracia Billy Joe Saunders, Sergey Kovalev, Liam Smith, Amir Khan, entre otros muchos.
-Pero solo un poco conocedor en boxeo-apuntamos- podía llevar cerrada la peleasi la mayoría de los golpes de poder (como los denominan en estos tiempos, llamados efectivos tiempo atrás) los había conectado Canelo, quien, para nosotros, hasta el 10° tenía por lo menos 7 rounds ganados (97×93,) con un asalto dudoso, que se lo dimos al mexicano. Advertimos que respetamos las opiniones en contrario, porque el boxeo es un deporte de apreciación y cada quien lo califica en puntos de acuerdo con su personal visión.
Por su lado, Viso hizo referencia a la superioridad del pelirrojo, de quien dijo, “enningún momento se vio apremiado.” No obstante, le apuntamos nuestro disentimiento en relación con su sutil opinión poco halagadora sobre Plant. Creemos que este merece crédito, pues hizo una pelea valiente, sin mostrar temor frente al rival no obstante tener en contra a casi todo el público.
Creemos también, con Morón y Viso, que “Canelo” tuvo siempre el control aunque de eso a negarle dos o tres asaltos a Plant hay un largo trecho. No se puede negar que a pesar de no hacer daño real con su buen jab (más de contención que ofensivo) mortificó al tapatío en buena parte de los 10 asaltos en que estuvo en pie, hasta que un cartucho de dinamita metido en un guante lanzado con un gancho izquierdo (quizás el más letal golpe del boxeo) le explotó en plena barbilla, seguido de un potente “upper” y de tres o cuatro impactos más.
Viso también añadió que el árbitro pudo detener las acciones luego de la primera caída del excampeón FIB. Desde su óptica, que compartimos, expuso al estadounidense a un peligroso castigo. Al levantarse, trastabillando, atolondrado, tocado, el pobre no sabía si estaba en Nashville, su pueblo natal, cuando era un niño, en Marte o sobre un ring en Las Vegas.
En su descargo, el referí adujo que le preguntó a Plant si podía seguir y que éste le respondió con un movimiento afirmativo de cabeza (no precisó si además se lo dijo de viva voz). Esa autodefensa del tercero sobre el ring nos llevó a recordar a un gran referí y juez californiano que trabajó siempre con la AMB, Larry Rozadilla (QEPD). Larry nos dijo en una ocasión que él se hacía el sordo a la respuesta cuando preguntaba si podía continuar a un boxeador que sufría una caída y lo notaba evidentemente disminuido. Ellos, casi todos, solo por instinto, dicen que sí pueden continuar, oralmente y/o con la cabeza. “Yo les miro a los ojos. Los ojos, Jesús, son el espejo del alma. En ellos, en los ojos, está reflejado el real estado físico de un boxeador que ha sido derribado. Si los ojos me dicen que no, paro la pelea”.