Ella posee la fiereza determinada de una cazadora en cada uno de sus movimientos en el ring. Cada herida del pasado ella supo convertirla en un recuerdo para ser cada vez más fuerte durante cada desafío que ha elegido afrontar en su vida tanto personal como deportiva. En el, 02 Arena de Londres, Claressa “T-REX”, o “GWOAT”, Shields no solo quiere defender sus cinturones y agregar otro, sino que quiere dejarle claro al mundo porqué se autodefine como la mejor mujer de todos los tiempos.
La conferencia de prensa las volvió a poner frente a frente tal y como lo hicieron hace cinco semanas atrás cuando el enfrentamiento se pospuso debido al fallecimiento de la reina Isabel II el 8 de septiembre. Claressa Shields había dicho en reiteradas ocasiones que aquel triunfo de Savannah Marshall sobre ella en mayo de 2012 fue solo cuestión de suerte, pero que no la volverá a tener. Shields reafirmó sus palabras dejando ver una enorme confianza en si misma.
“Creo que cuando trabajas duro y pones trabajo extra con más tiempo y sabes que has hecho tu tarea y que estás muy preparado, eso es lo que genera confianza. Las personas aparecen con una confianza falsa en donde no trabajan solo para vender la pelea, pero yo sé de lo que soy capaz y sé lo que voy a hacer el sábado”, fueron las determinantes peleas de la boxeadora de Flint, Michigan.
Bo, padre de Claressa, llegó a su vida cuando ella tenía solo 9 años. Él había estado preso desde los dos años de su hija. Cuando regresó ella ya había desarrollado una temprana madurez debido a la carga de una madre atrapada por el alcohol y los abusos de la pareja de una madre que no podía ver más allá de su adicción en aquel entonces. Bo, había sido un boxeador clandestino y se ocupó de regalarle su pasión a Claressa contándole historias. La pequeña conoció a Laila Alí y empezó a soñar con ser tan o más grande que ella. Y aunque se negaron a enseñarle boxeo, al inicio, por ser mujer, a los 11 años logró empezar su vida entre sacos y cuerdas. Así, empezó a romper todos los récords. Con la mirada furiosa y el corazón abierto. Jamás detuvo su marcha.
Se convirtió en la primera boxeadora en ganar dos medallas olímpicas doradas para los Estados Unidos. Ganó torneos locales, olimpiadas juveniles, mundiales, panamericanos. Realizó un total de 65 peleas como amateur, de las cuales una sola le quitó el invicto y puso, solo por un instante, en jaque su oportunidad de viajar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Esa fue la primera cita olímpica para Shields y luego llegó Río 2016 con otro podio histórico para ella.
En noviembre de 2016 Shields hizo el debut profesional frente a Franchon Crews Dezurn a quien venció en 4 vueltas de modo unánime y a quien también había vencido en el camino como aficionadas. Para marzo del año próximo ya estaba en disputa del primer cinturón: derrotó por nocaut técnico a Szilvia Szabados en el 4 round y se consagró campeona de las 160 libras por la Federación de Boxeo de Norte América. En el mismo año, 2017, saltó a la categoría súper mediano y conquistó las fajas de la FIB y del WBC tras derrotar a la peleadora de Alemania Nikki Adler por rápida definición en el quinto giro del combate.
Llegado el 2018 volvió a las 160 y venció en 10 rounds a Hanna Gabriels para hacerse de la faja de la Asociación Mundial de Boxeo y de la FIB. A pocos meses agregó el WBC frente a Hannah Rankin. Para 2019, habiendo vencido a Christina Hammer y conquistado el WBO y el de The Ring; ya era campeona indiscutida del peso mediano
En 2020 vuelve a cambiar de división y se alza con nuevos cinturones en super welter. En marzo de 2021 vence a Marie Eve Dicaire de modo unánime para los jueces y se pasó a ser también campeona indiscutible de dicha división (razón por la cual la faja WBO quedó vacante y Marshall se adueña de ella). Claressa Shields fue incluida en los Records Guinnes de 2022 por ser la boxeadora femenina en consagrarse en tres categorías de peso diferente con tan solo 11 presentaciones.
“12-0 como profesional y no has aprendido a terminar a nadie”, le lanzó Marshall a Shields en uno de los explosivos intercambios de palabras en la conferencia de prensa. Shields desmereció los 10 nocauts que acertó la “Asesina Silenciosa”, en sus también 12 presentaciones profesionales, diciéndole que solo fueron ante rivales que tenían más peleas perdidas que ganadas, mientras ella enfrentó a rivales de mayor experiencia con números mejores.
Las peleas de palabras ya han llegado a su fin. Finalmente, Claressa Shields tendrá la oportunidad de desquitarse por aquel revés que le propinó Savanna Marshall hace diez años atrás. Finalmente, ambas le mostrarán al mundo porque se encuentran en la élite del boxeo femenino mundial.