Amanda Serrano consiguió lo que había estado buscando por varios años, convertirse en la campeona indiscutida. Tras una guerra con Amanda Serrano en el Madison Square Garden, de Nueva York, consiguió el título pluma de la World Boxing Association (WBA), el único que le faltaba a su colección.
Las tarjetas de los jueces fueron de 98-92, 98-92 y 97-93, todas para la puertorriqueña, quien se convirtió en la primera peleadora de su país en obtener las cuatro coronas de los organismos mundiales, ya que tenía en su poder las del WBC, la WBO y la IBF.
Había expectativas con respecto a la pelea. Serrano suele ser una boxeadora muy vistosa y se enfrentó a la mexicana Cruz, hasta ayer monarca negro y oro, que es una verdadera guerra sobre el ring. Este choque de estilos vaticinaba una pelea llena de acción y cumplió lo esperado.
Desde el primer campanazo hubo grandes intercambios entre ambas peleadoras. Serrano intentó contragolpear a una Cruz que vino con todo y se plantó de tú a tú con un estilo agresivo y ofensivo.
Un cabezazo fortuito en la primera parte del combate causó un corte en la frente de Cruz, lo que hizo de una pelea llena de acción una escena de dramatismo al estilo del cine. La buena condición física de ambas fue evidente y dieron un espectáculo digno de candidato al combate del año.
Con el triunfo, la puertorriqueña llegó a 44 ganadas, 2 perdidas, 1 empate y 30 nocauts. Cruz, por su parte, ahora cuenta con 15 triunfos, 2 derrotas y 3 nocauts.