Gervonta Davis sabe mover a las masas y conoce muy bien lo necesario para hacerse notar en el ámbito mundial. Su pelea de este sábado frente a Ryan García en la T-Mobile Arena, de Las Vegas, es una de las más esperadas del año y el estadounidense quiere lucir en la que, posiblemente, sea la pelea más importante de su carrera.
Davis quería enfrentar a Garcia y desde hace meses se había empezado a calentar la pelea mientras estaban en negociaciones. De hecho, el campeón cedió hacer la pelea en 136 libras y no defender su corona WBA del peso ligero en pro de que la pelea contra García se llevara a cabo.
Sabe que se enfrenta a un rival mediático y muy hábil, que es joven y veloz, por lo que es un reto que todo el público esperaba y que a pesar de las dificultades para lograr el pacto, se logró.
Davis es de guardia zurda, muy poderoso y sabe lanzar golpes ascendentes para sorprender a sus rivales. Tendrá que lidiar con un contrincante que es más alto que él y un gran gancho de izquierda, cuya efectividad debe contrarrestar Gervonta en la noche del sábado.
El peleador de Baltimore ha dejado claro que quiere las grandes peleas y a los grandes nombres. Ha sacrificado cosas para estar en el ring frente a García y sabe que una victoria será su recompensa.