El sábado en la noche fue una de esas noches en el boxeo. Las múltiples celebridades alrededor del ring, una arena repleta y millones de personas alrededor del mundo hablando de un combate. Gervonta Davis y Ryan García fueron los causantes de que la T-Mobile Arena, de Las Vegas, fuera el epicentro del deporte este fin de semana y el espectáculo fue digno de lo que se esperaba.
Gervonta demostró que tiene los méritos suficientes para ser la gran figura del deporte o estar entre las mejores. Dio un combate espectacular frente a Ryan y lo noqueó en siete asaltos con una superioridad abrumadora y con una contundencia propia de uno de los mejores libra por libra.
Con la evidente concentración en sus ojos y una actitud de tranquilidad total, Gervonta subió al ring para despejar cualquier duda acerca de su condición. Se encontró con un Ryan que fue agresivo desde el inicio pero supo superar ese momento y pasar la tormenta.
El objetivo de Davis era evidente y solo esperaba un error de García. Apenas su oponente falló un gancho de izquierda, Gervonta realizó uno de los movimientos de esquivar y pegar más bonitos y perfectos que se hayan visto en el boxeo en los últimos años para conectar una izquierda en el rostro que envió a la lona a “KingRy”.
Desde el propio segundo asalto la pelea cambió, Davis se puso en dominio y todo fue cuestión de tiempo hasta el golpe al cuerpo que puso a Ryan de rodillas para escuchar el conteo del referí.
Davis no sólo ganó el expectante combate, sino que lo hizo de una forma espectacular ante el bullicio de una arena que estaba llena hasta el último tramo.
Los fanáticos más acérrimos del deporte ahora lo tienen un escalón más arriba, mientras que mucha gente casual ahora sabe que Gervonta es de los mejores del deporte. El campeón ligero de la WBA vivió una gran noche y es uno de los peleadores que más emoción generan.